Triunfo de la democracia.
Ante la pasividad del Arzobispo de la Diócesis de Segorbe Castellón hoy, a las 8.30 se ha consumado el delito de odio contra los cristianos llevado a cabo por el Ayuntamiento de Castellón: ha sido derribada la Cruz de Ribalta, otro éxito para el senador independentista catalanista de Compromís Carlos Mulet, un parlamentario encargado de la miserable misión de presionar al Gobierno de Pedro Sánchez para que sea retirada hasta la Cruz más pequeña que figure en el cementerio del pueblo más despoblado y que recuerde a las víctimas asesinadas por los rojos.
Con éste vergonzoso acto llevado a cabo durante la noche se ofende no sólo a los miles de víctimas de las hordas marxistas asesinados durante la guerrera civil en la provincia de Castellón sino a todos los cristianos.
Recientemente el senador Mulet, cuya más memorable actuación parlamentaria fue preguntar al gobierno "si España tenía un plan previsto ante una posible invasión zombie", pedía al ejecutivo investigar el "acto fascista" llevado a cabo en la población castellonense de Caudiel y derribar la cruz que en la necrópolis de dicho pequeño municipio del interior de la provincia de Castellón recuerda a los 25 vecinos asesinados en las cunetas de la población por socialistas y comunistas al inicio de la guerrera civil. Pues bien, ese "acto fascista" no fue la concentración de un grupo de peligrosos ultraderechistas sino el vídeo que desde dentro del cementerio grababa el polémico periodista Josele Sánchez defendiendo la pequeña Cruz que todavía se alza en el cementerio de esta población.
También en este caso el gobierno de Pedro Sánchez ha ordenado investigar el peligroso "acto fascista" (un solo periodista grabándose a sí mismo dentro del cementerio) y retirar la pequeña Cruz que recuerda a las víctimas a las que en virtud de la Ley de Memoria Democrática se obliga a pisotear.
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